viernes, 13 de enero de 2012

¿Qué tipo de educadora quiero ser?



    En la actualidad estamos insertos en una sociedad que está cambiando constantemente, llena de transformaciones científicas y  tecnológicas  que nos invaden día a día. Asimismo es una etapa llena de turbulencias y cambios sustanciales que diseñan una época de incertidumbre sobre el futuro, en donde se considera el conocimiento como principal factor de desarrollo.
    Por lo mencionado anteriormente es que el modelo docente más apropiado a seguir  hoy en día, es principalmente el que se forma para ofrecer una educación de calidad, que responda oportunamente a las exigencias de nuestra sociedad. Esto de forma generalizada, ya que a continuación describiremos detalladamente que características debe tener un buen maestro para que su trabajo se convierta en una labor educativa integral.
      En primer lugar debemos mencionar la importancia de contar con maestros y profesores eficaces y eficientes que pongan en práctica distintos y adecuados recursos en las ocasiones oportunas, con el fin de acceder a mejores logros educativos. Para esto los docentes deben tener una adecuada formación inicial, constantes capacitaciones, aptas remuneraciones, infraestructura escolar, equipamiento didáctico y condiciones de trabajo.
         Muchas veces no valorizamos socialmente a los docentes, quienes son el nexo en los procesos de aprendizaje de los alumnos y las modificaciones en la organización institucional. Las reformas educativas se traducen en las escuelas y llegan al aula por medio del docente
   Bruner en el texto Factores que inciden en una educación efectiva menciona aspectos primordiales para obtener una buena educación, exponiendo en varios puntos la importancia del desempeño docente a nivel de escuela, de sala de clases y de sistema, entre los cuales podemos mencionar las expectativas que tienen los maestros  respecto a sus alumnos, la planificación de sus actividades, las tareas que asignan al hogar, la evaluación constante que se hace a estos y que el currilum tenga prioridades y metas bien definidas. Este mismo autor expone el trabajo realizado por Fuller y Clarke (1994) donde estudiaron los insumos que mayormente afectan el rendimiento de los alumnos, en donde se aprecia claramente que el mayor porcentaje se ubica en el punto que hace referencia al conocimiento de los contenidos de un profesor, lo cual indica que si el profesor no maneja lo que enseña a sus alumnos estos aprenderán de manera errada y en el futuro podría afectar cualquier ámbito de su vida.
     Nos Hemos referido bastante a la responsabilidad del docente, pero no podemos dejar de mencionar el trabajo en conjunto que se debe realizar para que el proceso de enseñanza aprendizaje sea efectivo, debiendo existir colaboración tanto del profesor, como de la familia y la comunidad educativa, en los cuales el  principal factor es la comunicación.   
   “Un docente debe estar preparado para la sociedad del futuro, la cual le exigirá enfrentarse a situaciones difíciles y complejas: concentración de poblaciones de alto riesgo, diversificación cultural del público escolar, grupos extremadamente heterogéneos, multiplicación de diferentes lugares de conocimiento y de saber, acceso a puestos en forma provisoria, rápidas y permanente evolución cultural y social especialmente en los jóvenes en quienes existe la sensación que no hay futuro y una suerte de pérdida del sentido del saber o el aprender”. Graciela Bar (Perú, 1999).
  Otro aspecto, y el más importante en mi formación docente es la preparación que se tiene para atender a la diversidad de personas que se encuentran en una sala de clases o en cualquier lugar donde se imparten conocimientos, ya que todos aprendemos de formas distintas, ante lo cual todos los profesionales, tanto del área de educación como de otras áreas, debemos estar preparados para asumir  un proceso de construcción conjunta de planificación, aplicación, seguimiento y revisión de las actividades de enseñanza-aprendizaje que permitan a todos los alumnos, en especial a los que posean necesidades mas recurrentes, una mayor integración en la dinámica del aula y una mayor participación del currículo general.
    En conclusión, para ser un buen profesional en el área educativa debemos asumir ciertos compromisos tanto con los alumnos como con la comunidad en la que estamos insertos, mostrando competencias y habilidades que permitan entregar conocimientos  que sean efectivos para cualquier persona, desarrollando también un  espíritu de liderazgo, que les permita tener visión de futuro para entregar una educación innovadora y avanzada, alcanzando así la capacidad de modelaje de sus estudiantes. Respetando siempre la diversidad, ya que finalmente todos estamos insertos en ella.


Bibliografía:
Bar, G. (1999) Perfil y competencias del docente en el contexto institucional educativo. Lima: Organización de Estados Iberoamericanos, para la educación, la ciencia y la cultura. Recuperado en http://www.oei.es/de/gb.htm [2012, 9 de enero].
Bruner, J. Elaqua, G. Factores que inciden en una educación efectiva. Universidad Adolfo Ibañez.
Martínez, F. (2003). Los nuevos docentes. En Francisco Martínez
Sánchez y María Torrico Ferrel (coord). Las Nuevas Tecnologías de la
Información y la comunicación en la aplicación educativa. Universidad Nur.





Camila Osorio Osorio
Educación Diferencial
Universidad de playa Ancha. Campus San Felipe.





  

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