martes, 20 de diciembre de 2011

Familia y Comunidad

La familia y la comunidad tienen una gran influencia en el aprendizaje de los niños. Éstos se benefician cuando las escuelas reconocen y estimulan el papel de los padres en la reforma.
            Una red interactiva fuerte entre padres, familias, miembros de la comunidad, compañeros y educadores, promueve el aprendizaje y el desarrollo de los niños (Bronfenbrenner 1989).
            Sin embargo, los cambios en la estructura social y las presiones económicas han reducido el tiempo y la energía que las familias pueden dedicar a comprometerse con la escuela. Los padres separados con frecuencia tienen más de un trabajo y los que están juntos, tienen ambos empleos fuera de casa.
            Es más la configuración de muchos hogares ha ido cambiando, especialmente en los casos en que las familias extendidas se encargan de la crianza de los niños.
Por otro lado, existen otros factores que son de suma preocupación para las escuelas y padres.
1.    La calidad de los maestros, su preparación y su impacto en el aprendizaje de los estudiantes:
Cuando los estudiantes perciben que sus maestros son competentes y tienen seguridad de lo que les están enseñando denotan mayor interés y motivación.
Para los padres de familias esta es una preocupación fundamental, porque les parece que los maestros dedican más tiempo a las asignaturas en las que se sienten más a gusto, como lectura y escritura, no así en ciencias y matemática. 
Por lo tanto piden mejorar la instrucción para los maestros, especializarlos en ciencias y aumentar el desarrollo profesional.

2.    El tipo de instrucción en las escuelas:
Resaltar:
-          Más actividades de manipulación y aplicaciones de vida diaria (futuras opciones de carreras).
-          Un fuerte énfasis en lo básico (leer reloj, calcular cambio, hacer mediciones básicas etc.).
-          Que los estudiantes trabajen y aprendan juntos.
-          Que se aumente el uso de tecnología (proveer de computadores).

Tanto los padres de las escuelas suburbanas como los de rurales enfatizan la necesidad de habilidades de pensamiento crítico.


3.    La comunicación entre escuelas y las familias, incluyendo la renuencia de los padres a involucrarse con las escuelas y el aprendizaje de sus hijos, el conocimiento del currículo y la instrucción en ciencias:
Muchos padres, incluyendo a aquellos que comprenden la necesidad de comprometerse, no lo hacen.
Sin embargo reconocen que la pobre comunicación crea grandes brechas en su conocimiento acerca de los problemas escolares.
Los padres involucrados reportan que participan en actividades que son periféricas al proceso de aprendizaje, por ejemplo, actuando como acompañante en viajes o paseos. No obstante, para un compromiso mínimo con la escuela debe incluirse un conocimiento limitado y dudas acerca del currículo y las iniciativas de reforma.
El aspecto de fondo es que aunque los padres estén preocupados e interesados, dudan en discutir las preocupaciones con los educadores, y permanecen fuera del proceso de mejorar la enseñanza.
Las escuelas deben fortalecer la relación entre los cambios propuestos y los resultados que los padres quieren. También deben diseñar estrategias que comprometan a los padres a trabajar para conseguir resultados.
Las escuelas en sus comunidades necesitan hacer esfuerzos concertados para mejorar las condiciones y el acceso.

4.    Factores externos, tales como las consideraciones sociales y económicas, que evitan que los padres puedan comprometerse con las escuelas y el aprendizaje de sus hijos:
Las mayores diferencias entre los grupos de estudio urbano, suburbano y rurales se encuentran en la forma en que los factores sociales y económicos afectan el compromiso de los padres de familia con la escuela.
Diferencias en niveles educativos, cultura, lenguaje (inmigrantes), disponibilidad de tiempo, dinero y otros recursos, son los causales que limitan la capacidad y el deseo de las familias de participar en la educación de los niños.
Comúnmente las familias en las comunidades donde los niveles educativos tienen a ser bajos, carecen de confianza o de las habilidades necesarias para acercarse al personal de las escuelas o para expresar sus intereses y opiniones.
Los padres de familias de bajos recursos o baja escolaridad o con experiencias escolares negativas pueden mostrarse reluctantes a trabajar con los educadores.
Otros trabajan en dos o tres empleos para proveer a sus familias, por lo tanto la disponibilidad de tiempo es escasa.
Sin embargo según los estudios, los padres de familia en todos los segmentos de la sociedad están conscientes de la importancia de la educación para el futuro bienestar de sus hijos.



Estrategias para el cambio

·         Familia:
-          Participación en la educación de sus hijos en el hogar (apagar la televisión y asegurarse de que hagan sus tareas).
-          Revisar tareas y trabajos (mejorar las calificaciones).
-          Asistir a tutorías o talleres para padres de familia (potenciar sus capacidades para que ayuden a sus hijos en la realización de tareas).
-          Deben estimular la curiosidad natural de los niños, observar y aprender junto con ellos.
-          Promover  la lectura, haciendo preguntas sobre artículos.
-          Visitar museos y centros de ciencias.
-          Promover un alto rendimiento en sus hijos, no importa donde vivan o cuales sean sus ingresos económicos, se les hace saber que tienen altas expectativas en ellos (aumentar la autoestima y confianza).
-          Promover metas a corto plazo y proporcionar recompensas cuando sus hijos alcancen esas metas.

·         Escuelas:
-          Las familias y las escuelas deben ponerse de acuerdo en las metas que se establecen para los niños, y ambas partes deben reconocer el papel que cada una juega en el éxito de la educación de los niños.
-          Las escuelas pueden aumentar el compromiso de los padres estableciendo consejos consultivos e involucrando a los padres de familia en el establecimiento de estándares y expectativas para los estudiantes.
-          Las escuelas pueden comprometer también a las familias, ya sea como aprendices o como maestros.

·         Comunidad:
-          Potenciar los recursos comunitarios, como museos, centros naturales, negocios, hospitales, etc. Utilizarlos como sitios de aprendizaje fuera de las aulas, para estudiantes y familias. Sirven también como fuente de información y materiales para familias y maestros.
-          Otorgar un apoyo político y comunitario más amplio para los programas de reforma educativa.
-          Los colegios superiores y las universidades son una rica fuente de conocimientos científico.
-          Crear grupos comunitarios para estimular y promover la participación en actividades relacionadas con el contexto educativo.

En síntesis,  tanto las familias, los padres y las escuelas tienen responsabilidad en la educación de los niños, su desarrollo y salud. Incluyendo también a todos los adultos que toman interés en la vida familiar de un niño


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